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sábado, 26 de febrero de 2011

Matenai - Meremot. DICCIONARIO BÍBLICO ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA








DICCIONARIO BÍBLICO ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA
 



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Contenidos - Contents
EL DICCIONARIO BÍBLICO ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA



Matenai - Meremot


Matenai


(heb. Mattenay "liberal"; una forma acortada de Mattanyâh, Matanías).



1.


Sacerdote postexílico en tiempos del sumo sacerdote Joiacim (Neh. 12:19).



2 y 3.


Dos judíos, uno de la familia de Hasum y el otro de la de Bani, que tenían esposas extranjeras en tiempos de Esdras (Esd. 10:33, 37).


Mateo


(gr. Mattháios o Maththáios; quizá del aram. Mattay o Matta' y, "don [dádiva]
de Yahweh").


Publicano que llegó a ser discípulo de Jesús. La comparación entre Mt. 9:9 y 10:3 (Mateo) con Mr. 2:14 y Lc. 5:27 (Leví) claramente identifica a Leví y a Mateo como una misma persona. Puede ser que Jesús lo nombrara "Mateo" al llamarlo al discipulado (cf Mr. 3:16; Jn 1:42). Que en las 4 listas de los Doce se lo llame Mateo antes que Leví (Mt.10:3; Mr. 3:18; Lc. 6:15; Hch. 1:13) implica que ese era su nombre como discípulo. Mateo era hijo de Alfeo (Mr. 2:14), pero tal vez no era hermano de Jacobo hijo de Alfeo (Mt. 10:3), porque los escritores de los Evangelios lo habrían mencionado, como lo hicieron con Pedro y Andrés, y con Jacobo y Juan (v 2).


Era un "publicano", o cobrador de impuestos, establecido en Capernaum (Mt. 9:9), probablemente 760 al servicio de Herodes Antipas.


Aparentemente, había escuchado con interés el mensaje que proclamaba Jesús y, cuando fue llamado a ser discípulo, inmediatamente renunció a su ocupación. No mucho después fue designado como uno de los Doce (10:2, 3). Por ser cobrador de impuestos habrá tenido cierta educación y buen conocimiento del griego, además de su arameo natal. En algún tiempo posterior a su llamamiento, Mateo tuvo a Jesús como huésped de honor en una fiesta en que invitó a sus anteriores asociados (Mr. 2:14-1 7).


La modesta alusión a sí mismo en relación con la fiesta (Mt. 9:10; cf Lc.
5:29
) nos recuerda la forma discreta en que Juan se refiere también a sí mismo (Jn. 21:24). Nada más se sabe de su vida y labores posteriores a la resurrección de Cristo.


Mateo, Evangelio de.



Primero de los 4 Evangelios. En la mayoría de los manuscritos griegos que nos han llegado aparece bajo el sencillo título: "Según Mateo". Se basa mayormente en una colección de dichos de Jesús, posiblemente anotados por el mismo apóstol, más el material que se encuentra en Marcos.



I. Autor


Los escritores cristianos primitivos, en forma unánime, señalan a Leví
Mateo como su autor, y la evidencia interna indica que fue escrito por un judío cristiano. Se cree generalmente que fue escrito en Palestina, probablemente unos pocos años antes de la caída de Jerusalén ante los ejércitos romanos (70 d.C.). Habiendo servido como cobrador de impuestos, y con ello, acostumbrado a llevar informes escritos (Mt. 9:9), Mateo estaba bien capacitado para preparar esta narración de la vida y las enseñanzas del Señor. Alrededor del 140 d.C., Papías de Hierápolis, en el Asia Menor, menciona que Mateo escribió un relato con ese contenido; medio siglo más tarde, Ireneo hace un comentario similar. De acuerdo con estos informes, el Evangelio apareció originalmente en "hebreo", es decir, arameo, la lengua corriente en Palestina. Algunos han entendido estas afirmaciones en el sentido de que el Evangelio fue escrito originalmente en esa lengua y luego traducido al griego. Pero sobre la base de la evidencia actual no se puede establecer si el que conocemos hoy fue escrito originalmente en griego, o traducido de un Evangelio anterior en arameo.


Se han sugerido las siguientes razones para rechazar la teoría de un origen arameo: 1. El texto griego de Mateo no revela las características de una obra traducida. La uniformidad de lenguaje y de estilo trasmiten la impresión clara de que el libro fue escrito originalmente en griego. Como la mayoría de los otros escritores del NT, Mateo sin duda pensaba en arameo mientras escribía en griego, y éste refleja, inconscientemente, ciertas expresiones idiomáticas arameas. 2. La gran semejanza lingüística con el griego de Marcos, en particular, y algo menos con el de Lucas, parecen eliminar la posibilidad de que Mateo pueda ser una traducción griega de un original atameo. 3. Las frecuentes citas de pasajes del AT de la traducción griega. Si Mateo hubiera estado escribiendo en arameo habría citado de las Escrituras hebreas del AT. Véase Marcos, Evangelio de.



II. Tema


Que el propósito del Evangelio haya sido convencer a sus connacionales de que las profecías mesiánicas del AT habían encontrado su cumplimiento en Jesús de Nazaret, resulta evidente por las frecuentes citas de pasajes adecuados (Mt. 1:23; 2:6, 15, 17, 18; 3:3; 12:17-21; 13:35; 26:56; 27:3-10; etc.); Mateo cita cerca de 40 de tales predicciones. Además, el libro refleja una fuerte conciencia nacional (Mt. 2:2; 8:11; 15:24; 19:28; 21:4, 5). La genealogía de Jesús pone de manifiesto su preocupación desde del punto de vista judío, pues lleva la línea de antepasados de nuestro Señor hasta David, el rey ideal, y hasta Abrahán, el padre de la nación judía (1:1, 6, 17). Mateo enfatiza que Jesús era, en realidad, "el hijo de David" (v 1), porque el AT visualiza repetidamente al Mesías como quien restauraría a Israel a la gloria del reinado de David (2 S. 7:12, 13; Sal. 132:11; Jer. 23:5, 6; cf Hch. 2:29, 30). Como descendiente de éste, aparentemente en línea directa a través de los reyes, Jesús tiene antecedentes para que se lo considere seriamente como aquel a quien anunciaron los profetas. Con el hecho de que Mateo llega sólo hasta Abrahán, y no más allá, quiere demostrar que Jesús era quien cumplía las promesas dadas a Abrahán y a los padres (Gn. 12:3; 22:18; cf Gá. 3:16). Más que todos los demás Evangelios combinados, presenta a Cristo como aquel a quien señalaban los símbolos del AT y en quien encontraban su cumplimiento. Enfatiza que Jesús no vino para poner a un lado la "ley", sino a cumplirla (Mt. 5:17); de hecho, todo el Sermón del Monte es una ampliación y clarificación de los principios implícitos y explícitos en las Escrituras del AT: "la ley y los profetas". En forma similar, sólo Mateo indica que Jesús confirmó la autoridad de los escribas y fariseos cuando se sientan "en la cátedra de Moisés", y ordena a sus seguidores que guarden y hagan todo lo que estos dirigentes, desde "la cátedra de Moisés", les pedían que hicieran. Al mismo tiempo, registra fielmente 761 las denuncias que hizo Jesús de los fariseos y sus enseñanzas (5:20; 8:12; 9:11, 13, 34; 12:1, 24, 27; 15:1-9; 16:1-4; 21:43; 23:23).



III. Bosquejo


Como Lucas, Mateo enfatiza la verdadera humanidad de Jesús, más que Marcos o Juan, que destaca su verdadera divinidad. La característica distintiva del primer Evangelio es la fidelidad con que el autor registra los sermones y otras enseñanzas del Salvador. Presenta a Cristo como el gran Maestro, y ofrece 6 discursos mayores, bastante largos, que los otros Evangelios mencionan brevemente u omiten: 1. Sermón del Monte (cps 5-7). 2. Discurso acerca del discipulado (cp 10). 3. Sermón junto al mar, que consiste mayormente de parábolas (cp 13). 4. Discurso sobre la humildad y la fraternidad (cp 18). 5. Discurso sobre la hipocresía (cp 23).


6. Discurso sobre el regreso de Cristo (cps 24 y 25). Los otros escritores sinópticos generalmente citan las mismas verdades y usan las mismas ilustraciones de Jesús bajo otras circunstancias. Muchas de las enseñanzas de Jesús seleccionadas por Mateo consisten de principios de conducta ética, en un esfuerzo aparente para enfatizar que la verdadera religión es primariamente un asunto de cómo el hombre trata a sus semejantes.


Aunque Mateo sigue un esquema cronológico general, frecuentemente informa de incidentes fuera de lo que parecería su verdadero marco, y a menudo los agrupa en orden temático (cf 8:2-9:8). Por ejemplo, al leer los incidentes del ministerio de Jesús en Galilea, registrados en los cps 4-15 en orden cronológico, sería necesario buscarlos en esos capítulos en el siguiente orden: 4, 8, 4, 8, 9, 12, 5-7, 8, 9, 12, 13, 8, 9, 11, 9-10, 13-15.


Mateo se desvía de la secuencia cronológica más que los otros evangelistas. Considera su registro narrativo principalmente como un marco dentro del cual puede ubicar las enseñanzas de Jesús.


No es un cronista que registra los acontecimientos a medida que ocurren, sino un historiador que reflexiona sobre el significado de los eventos en su ubicación en el trasfondo de la historia del pueblo escogido y la voluntad de Dios para ellos.



IV. Contenido


Después de indicar los antepasados humanos de Jesús y de relatar ciertos incidentes relacionados con su infancia y juventud (Mt. 1, 2), Mateo relata los acontecimientos preparatorios de su ministerio: bautismo y tentación en el desierto (cps 3 y 4). Como los otros Evangelios sinópticos, desarrolla el ministerio en Galilea con considerable detalle (cps 4:12-15:20). Casi la mitad de ese espacio lo dedica al Sermón del Monte (cps 5-7), el sermón junto al mar (cp 13) y la instrucción sobre métodos de evangelización (cp 10). Considera en forma más bien completa el período del retiro de Jesús del ministerio público (15:21-18:35), y narra ciertos incidentes de su labor en Samaria y Perea (19:1-20:34). Finalmente, cubre con gran detalle los acontecimientos de la semana que condujeron a la crucifixión (21:1-27:66), y cierra su registro con la resurrección de Jesús y sus apariciones posteriores (cp 28; véase CBA 5:265-269). Para un bosquejo más detallado de los incidentes de la vida de Jesús, véase Evangelios, Armonía de los.


Bib.: EC-HE iii.39; v.8.


Matías


(gr. Maththías o Matthías, "don [dádiva] de Dios"; forma abreviada del heb. Mattithyâh, Matatías, nombre corriente desde la época macabea).


Discípulo elegido por suerte para ocupar el lugar de Judas (Hch. 1:21-26).


Había seguido a Cristo desde los días de su bautismo y sido testigo de sus actos y predicaciones, aunque no fue uno de los discípulos más íntimos. Nada más se sabe de su historia. Clemente de Alejandría lo identifica con Zaqueo, y otros con Bernabé o con Natanael. Eusebio afirma que fue uno de los 70 enviados por Jesús (Lc. 10:1). Varios escritos apócrifos, intentando suplir lo que la inspiración omitió, lo han hecho la figura central de algunos de sus relatos.


Matorral.



Véase Arbusto espinoso.


Matred


(heb. Matrêd, probablemente "expulsión" o "propulsando").


Madre de Mehetabel y suegra de Hadar, rey de Edom (Gn. 36:39; 1 Cr. 1:50).


Matri


(heb. Matrî, "lluvioso [lluvia]" o "el que espera").


Padre de una familia a la que pertenecía Saúl y la casa de su padre (1 S.
10:21
).


Matrimonio.



Unión legal de un hombre y una mujer en una sociedad para establecer un hogar, generar y criar hijos, y promover la interdependencia, el apoyo y el consuelo mutuos. El matrimonio fue establecido por Dios en el Edén, antes que entrara el pecado en el mundo (Gn. 2:20-25). Dios creó al hombre varón y mujer (1:27, 28). Adán fue creado primero, luego Eva como "ayuda idónea" (2:18, 21-23). Quería que la relación matrimonial fuera un medio para ennoblecer a ambos participantes y para facilitar el desarrollo de caracteres maduros y abnegados en ambos padres y sus hijos. La relación matrimonial debía ser permanente (Mt. 19:6) y disolverse sólo por muerte (Ro. 7:2, 3), o por divorcio* con causales específicas (Mt. 19:3-9).


Se recomendaba 762 el celibato sólo en casos excepcionales (Mt. 19:10-12; 1 Co. 7:8, 26, 27).


La monogamia (Gn. 2:21-24; Mt. 19:5) fue siempre el ideal de Dios para los matrimonios humanos, y donde existían situaciones de poligamia, ésta fue sencillamente tolerada. Los pasajes más hermosos de las Escrituras relacionadas con el matrimonio no dan indicios de pluralidad de esposas o de esposos (Sal. 128:3; Pr. 31:10-31, Ec. 9:9; etc.). Pero la poligamia ya se practicaba en una época tan temprana como la de Lamec, que tuvo 2 esposas (Gn. 4:19). Las condiciones indescriptibles que produjeron el diluvio se habrían iniciado cuando los hombres tomaron varias mujeres por motivos concupiscentes (6:1-3). Abrahán quiso cumplir la promesa de Dios con la poligamia (Gn. 16:3, 4); incidente registrado no como un ejemplo a imitar, sino como una demostración de los lamentables resultados que siguen a una desviación del plan ideal de Dios (vs 5, 6). Isaac, el hijo de la promesa, tuvo una esposa (25:20), pero Jacob tomó 2 esposas y criadas (29:23-28; 30:4, 9). Las Escrituras no intentan suavizar los fracasos de Abrahán y de Jacob, o de hombres como Gedeón, Elcana, Salomón y Roboam con respecto a estas malas prácticas (Jue. 8:30, 31; 1 S. 1:1, 2, 6; 18:27; 25:39, 43; 2 S. 20:3; 1 R. 11:1-4; 2 Cr. 11:18-21). Después del exilio la poligamia cayó en desuso.


Entre los frenos contra los abusos en el matrimonio en días de Moisés se encuentran: prohibiciones de casarse con parientes cercanos (Lv. 18:6-18), desaprobación de la poligamia (Dt. 17:17), prohibiciones de crueldad relacionada con la poligamia (Ex. 21:7-11; Dt. 21:10-17), restricciones contra el divorcio cruel o sin causas (Dt. 22:13-19), reglas que tienden a la pureza dentro del matrimonio (Ex. 20:14, 17; Lv. 20:10; Dt. 22:22). Se desalentaba el casamiento con extranjeros (Ex. 34:15, 16; Dt. 7:1-4), no por razones puramente étnicas, sino por el peligro de corrupción de su fe en Dios. La carrera de Acab y otros dan testimonio de los malos resultados de la violación de tales prohibiciones. Sin embargo, a través del casamiento de un israelita con Rut, una moabita, vino David (Rt. 4:13,22) y, luego, Jesús (Mt. 1:5-16).


La costumbre semítica exigía que el padre u otro familiar cercano escogiera la novia para un joven en edad de casarse (Gn. 21:21, 24; 38:6), práctica que todavía se sigue en grandes extensiones de las tierras del Cercano Oriente. Era cortesía también buscar el favor del padre y los hermanos de la niña (34:11). La dote entregada al padre de la novia era de rigor (24:53; 34:12). Noemí buscó un esposo apropiado para Rut (Rt. 3:1, 2). Un padre podía dar su hija en matrimonio a quien él quisiera (Jos. 15:16, 17; 1 S. 18:17; etc.), aunque se podía pedir el consentimiento de ella (Gn. 24:56, 57). Jacob sirvió a Labán por períodos establecidos de tiempo a cambio de lo cual Labán le dio a Lea y a Raquel por esposas (Gn. 29:18-20, 25, 30).


343. Novia (derecha) y novio en camino a la boda cerca del monte Sinaí.


El matrimonio sirve como un símbolo de la singular relación entre el creyente y su Creador (ls. 54:5; 62:4, 5; Ef. 5:23, 27; etc.). Los profetas del AT a menudo compararon la apostasía idólatra de los judíos con la conducta adúltera de una persona casada (ls. 1:21; Jer. 3:1-20; Ez. 16:8-22; Os. 2:1-5; 3:1-5). En el NT Cristo aparece representado como el novio, y el cuerpo de los creyentes como su esposa (Mt. 9:15; 2 Co. 11:2; etc.). Al usar así la relación matrimonial para ilustrar la íntima unión entre él y su iglesia, nuestro Señor exaltó la institución del matrimonio. La honró con su presencia en las bodas de Caná (Jn. 2:1-11); la protegió al afirmar el infinito propósito de Dios con respecto al establecimiento del hogar (Mt. 19:5); y al declarar que la relación matrimonial es inseparable (vs 3-6). La reunión de los salvados de la tierra con su Salvador es presentada bajo el símbolo de una cena de bodas (Ap. 19:7-9).


Matusalén


(heb. Methûshâlaj o Methûshelaj, tal vez "hombre que se envía"; gr. Mathousála, quizás "hombre de la jabalina [del dardo]").


Patriarca antediluviano de la línea de Set. Era hijo de Enoc y fue padre de Lamec. Su edad de 969 años es la mayor registrada para cualquier otro hombre (Gn. 5:21-27; Lc. 3:37).


Mayordomo


(heb. Ðar, bên mesheq, 'hâ-îsh'asher!al; gr. epítropos, oikonómos [del verbo oikonoméÇ]).


Hombre empleado para administrar una propiedad o negocios de otra persona, y responsable por ellos. José fue mayordomo sobre la casa de Potifar (Gn. 43:19; 44:4). Sebna era mayordomo durante el reinado de Ezequías (ls. 22:15; cf 2 R. 18:37; 19:2). Varios hombres eran "mayordomos en 763 la casa de Jehová" (2 Cr. 34:10-13). En el NT desempeñan una parte importante en las parábolas de Jesús (Mt. 20:8; Lc. 12:42; 16:1-9), y a la mayordomía se le da una aplicación espiritual. El ministro cristiano actúa como mayordomo (administrador) de Dios (Tit. 1:7), y es un "administrador" de los "misterios de Dios" (1 Co. 4:1, 2) y de la "multiforme gracia de Cristo" (1 P. 4:10). Es responsable ante él por la forma en que trata a quienes están en oscuridad.


Mazmorra.



Traducción del: 1. Heb. b^r, "cisterna" o "pozo" (ls. 24:22). 2. Heb. shâjath, "pozo", "hoyo" (ls. 51:14). En muchos casos, se usaban cisternas vacías como lugares de encarcelamiento, donde a veces se dejaban a los prisioneros para que muriesen de hambre (cf Gn. 37:22-27, la experiencia de José; y Jer. 38, la del profeta Jeremías).


Mebunai


(heb. Mebbunay, "construido [edificado]" [por Dios]).


Valiente de David (2 S. 23:27). En la lista que aparece en 1 Cr. 11:29 el nombre correspondiente a Mebunai es Sibecai.*


Mecona


(heb. Mekônâh, "lugar de habitación" o "fundamento [base]").


Pueblo en el período postexílico en el extremo sur de Judá, cerca de Siclag
(Neh. 11:28); no identificado todavía.


Medad


(heb. Mêdâd, tal vez "amor [amado]"; asir. Mudada).


Uno de los 70 ancianos elegidos para ayudar a Moisés en sus tareas administrativas y judiciales en el desierto. Junto con Eldad no estuvieron presentes en la ceremonia de iniciación en el tabernáculo, cuando los otros ancianos recibieron el Espíritu de Dios en una forma visible, pero también descansó sobre ellos. A Josué no le agradó que esta manifestación no viniera por intermedio de Moisés, pero éste lo reprendió al declarar que él deseaba que el Señor pusiera su Espíritu sobre todo su pueblo, de modo que todos pudieran llegar a ser profetas (Nm. 11:24-29).


Medán


(heb. Medân, "fuerte" o "contienda [desavenencia]").


Hijo de Abrahán y Cetura, y cabeza ancestral de una tribu (Gn. 25:2; 1 Cr. 1:32) que, como la de Madián y otras, habitaba el desierto oriental. No se puede afirmar con certeza, pero es posible que la tribu de Badana, conquistada por Tiglat-pileser III, se identifique con Medán.


Medeba


(heb. Mêde., "aguas de ocio [quietud, reposo]"; Piedra Moabita, Mhdb.).


344. Parte de un mapa-mosaico de Palestina (izquierda) encontrado en una iglesia de Medeba (s VI d. C.) con Jerusalén en la parte superior central; a la derecha está la clave para las inscripciones.


764 Antiguo pueblo rnoabita que los israelitas conquistaron del rey Sihón de Hesbón (Nm. 21:21-30). Fue asignado a la tribu de Rubén (Jos. 13:9, 16). En tiempos de David, allí acamparon los sirios que vinieron para ayudar a los amonitas contra el ejército de Joab (1 Cr. 19:7, 8). Después de la división del reino de Salomón bajo Roboam, Medeba cayó en manos moabitas. Más tarde la reconquistó el rey Omri de Israel, pero la recuperó Mesa y la fortificó (Piedra Moabita,* líneas 7, 8, 29, 30). Desempeñó un papel importante en las guerras macabeas: Juan, el hijo mayor de Matatías, fue asesinado allí, y por causa de su muerte, sus hermanos Simón y Jonatán se vengaron del pueblo; más tarde, Juan Hircano lo conquistó después de un sitio de 6 meses (1 Mac. 9:36-42). Véase Maaca 2.


El antiguo sitio está ocupado hoy por un pueblo cristiano, ubicado a unos 9,5 km al sur de Hesbón y a 24 km al sudeste de la desembocadura del Jordán, sobre la carretera principal de Amán a Kerak (véase Mapa VI, E-4, donde aparece con la escritura moderna Madeba). La mayor parte de las ruinas visibles datan del período bizantino. En 1896 se descubrieron los restos principales de un mapa de Palestina en una antigua iglesia bizantina ubicada allí (fig 344). Es el más antiguo que existe en su género; quizá data del s VI d.C. Este mapa original contiene Siria, la península del Sinaí y el Egipto inferior, pero grandes porciones de él fueron destruidas durante las excavaciones para la construcción de la iglesia nueva, antes que los arqueólogos pudieran detener la obra.


Bib.: M. Avi-Yonah, The Madaba Mosaic Map [El mapa-mosaico de Medeba] (Jerusalén, 1954); EAEHL III:819-823, 825; FJ-AJ xiii. 1.2, 4; 9. 1.


Media


(heb. y aram. Mâday).


País al este de los montes Zagros y al sur del Mar Caspio. Sus habitantes, los medos, eran un intrépido pueblo de las montañas, de origen indoeuropeo, descendientes de Jafet mediante Madai (Gn. 10:2; 1 Cr. 1:5).


La 1ª referencia a ellos en la historia proviene de tiempos de Salmanasar III (859-824 a.C.), y desde entonces aparecen con regularidad en los informes asirios, presentados como tribus bárbaras, contra las que lucharon sus reyes en forma repetida, pero de las cuales sólo pudieron subyugar las occidentales. Después de la caída de Samaria (723/22 a.C.), algunos de los israelitas capturados fueron deportados a las ciudades de los medos (2 R. 17:6; 18:11). Sargón II, Senaquerib y Esar-hadón de Asiria libraron batallas exitosas contra los medos o recibieron tributos de ellos.


Recientemente se han descubierto en Nimrúd (la Cala bíblica) grandes tabletas cuneiformes que registran tratados entre Esarhadón y príncipes medos locales. Herodoto cuenta que Deioces (c 700-c 647 a.C.) logró unir las diversas tribus medas en una nación, y que fundó Ecbatana* como la capital de su reino. Se afirma que su hijo Fraortes (c 647-c 625 a.C.) subyugó las tribus persas, pero perdió la vida luchando contra Asiria.


Ciájares (c 625-c 585 a.C.) continuó la lucha contra Asiria y, junto con Nabopolasar de Babilonia, puso fin al imperio al capturar su capital, Nínive, en el 612 a.C. Al dividirse el Imperio Asirio, los medos tomaron las montañosas provincias del norte: Asiria, Armenia y el extremo oriental del Asia Menor, con el río Halys como su frontera occidental. La amistad con los babilonios fue sellada por el matrimonio de Amuhea, la hija de Ciájares, con Nabucodonosor. En el 585 a.C. hubo una batalla entre medos y lidios que terminó cuando ocurrió el famoso eclipse solar del 28 de mayo del 585 a.C., que había sido predicho por Tales de Mileto. Siguió un tratado de amistad, y el príncipe heredero medo, Astiages, se casó con una princesa lidia. Bajo el gobierno de Astiages (c 585-c 553 a.C.), Ciro, el rey vasallo persa de Anshan, se rebeló contra su señor, quien pudo también haber sido su abuelo, y después de algunas derrotas iniciales conquistó Ecbatana y todo el Imperio Medo. Al unir a los medos con sus tribus persas, Ciro formó una nación y un reino doble: el poderoso Imperio Medo-Persa. Mapa XI, B-6. Véase Persia.


Mediador


(heb. una forma de lîts, "ser un portavoz"; gr. mesít's [de mésos ("medio") + eimí ("ir"); así, "mediador", "árbitro"], literalmente "un intermediario").


Alguien, un 3º, que actúa entre 2 que están en disputa con miras a efectuar una reconciliación o acuerdo, ya sea por lograr armonizar los puntos de vista o intereses divergentes, o por establecer un acuerdo que ambos puedan aceptar. El término aparece una vez en el AT (Job 33:23, BJ, RVR; "intérprete" en la LPD), donde se sugiere la idea de un portavoz. El NT presenta a Jesús como el "solo mediador entre Dios y los hombres" (1 Ti. 2:5). Representa a Dios ante los hombres, y a los hombres ante Dios con el fin de salvar al hombre. Esto requiere que el así designado tenga una relación íntima con ambas partes, y para esto debe poseer la naturaleza y los atributos de ambos; es decir, la divinidad y la humanidad. Jesucristo es el único que es capaz de cumplir este papel singular: como Dios, puede representar correctamente a la 765 Deidad; como hombre, puede ministrar con simpatía en su favor. Pareciera que en He. 8:6; 9:15; 12:24 mesít's se usa en el sentido de uno que actúa como garante. En esta relación particular, se presenta a Jesucristo como el "garante" del "mejor pacto", es decir, del "nuevo pacto".


Hay diferencia de opinión entre los comentadores acerca de si mesít's en Gá. 3:19, 20 atañe a Moisés (la mayoría de los exégetas modernos) o a Jesucristo (Orígenes, Agustín, la mayoría de los Padres, Calvino). La referencia de Pablo es al que hizo de mediador cuando el cuerpo de leyes fue dado a Israel en el Sinaí. En contraste, no había mediador cuando se dio la promesa a Abrahán. Todas las obligaciones fueron asumidas por Dios.


Medicina.



Véase Médico.


Médico


(heb. rôfê' [del verbo râfâ' , "atar (ajustar, ceñir)", "vendar" "sanar (curar)"]; gr. iatrós. "médico").


Persona preparada y hábil en el arte de sanar. Los antiguos médicos egipcios eran superiores a los de cualquier otro pueblo del Cercano Oriente. Se han descubierto varios tratados médicos egipcios, de los cuales merecen mencionarse el Papiro Quirúrgico Edwin Smith y el Papiro Médico Ebers. Estos tratados indican que, desde el punto de vista práctico, la medicina egipcia tenía un nivel notablemente alto. Herodoto afirma que los emperadores persas Ciro y Darío emplearon médicos egipcios, y que cada médico egipcio se especializaba en una parte del cuerpo. También actuaban como embalsamadores (Gn. 50:2, 3). Los griegos se apoyaron mucho en el conocimiento egipcio en este campo. Jeremías (Jer. 46:11) parece sugerir que aunque los egipcios produjeran buenos médicos, no habría curación para sus propias heridas el día de su visitación. Los de Crotona gozaban de una envidiable reputación entre los de la antigua Grecia; los de Cirene estaban en segundo lugar después de ellos. Mucha de la práctica médica antigua estaba basada en supersticiones y, por tanto, no tiene valor. Se creía que los amuletos de Isis, usados en Egipto, prevenían las enfermedades. El Código de Hamurabi mencionaba y regulaba la práctica de los médicos en la Mesopotamia.


El principal dios babilonio del arte de curar era Ea; se creía que lshtar ayudaba a las mujeres en el alumbramiento, Marduk a los enfermos, y que Shamash prolongaba la vida. Los médicos griegos invocaban al dios Esculapio (cuya vara con 2 serpientes enrolladas en ella es nuestro símbolo actual de las artes médicas). Comúnmente se consultaban los oráculos en favor de los enfermos, y el uso de hierbas medicinales estaba muy difundido.


345. Instrumentos de cirugía encontrados en la casa de un médico en Pompeya.




346. Cráneo, encontrado en Laquis, que muestra una trepanación quirúrgica.


Se dice que el médico más famoso de la antigüedad fue Galeno (c 130-c
200 d.C.). Nació en Pérgamo y se educó en su famoso Asclepeion (se perfeccionó en Esmirna, Corinto y Alejandría), y su influencia se sintió fuertemente durante la Edad Media. Los escritos de Galeno evidencian algún conocimiento de las funciones del cuerpo humano y de ciertos medicamentos y tratamientos terapéuticos. Ya en la antigüedad se usaba la cirugía para la extracción de tumores y abscesos. 766. Hay documentación de cirugías de cerebro (trepanaciones) realizadas con éxito (fig 346). Se amputaban los miembros con mucha habilidad, se arreglaban los huesos, y en los tiempos romanos se hacían operaciones cesáreas, en particular en los casos de madres muertas o moribundas.


Pero los antiguos cirujanos no tenían los conocimientos necesarios acerca de las funciones de los órganos internos para realizar correcciones quirúrgicas en el abdomen o el tórax. A menudo los profetas de Israel se vieron involucrados en actividades senadoras (2 R. 5:10; cf Jer. 8:22), y en cierto sentido, cada sacerdote realizaba algunas de las funciones de un médico (Lv. 12-15). La ley levítica presentaba un código de salud muy superior a los de las naciones paganas. La autoridad del Creador del cuerpo humano estaba expresada en él, y mientras los judíos obedecieron las instrucciones divinas gozaron de un vigor físico y mental superiores (Ex. 23:25; Dt. 7:15). Cristo vino como el gran Médico, y ministró no sólo las necesidades espirituales de la gente, sino también las físicas (Mt. 4:23; 9:12; Mr. 2:17; Lc. 4:23; 6:17, 18; 8:43; etc.).


Lucas, el autor del Evangelio que lleva su nombre y de Hechos, y compañero de viaje de Pablo, era médico (Col. 4:14). Véanse Jesucristo; Milagros.


Bib.: Herodoto iii.1,129; ii.84; iii.131.


Medida.



Unidad de capacidad, cantidad o longitud, definida o indefinida en el sentido de "medida" en sí; también, en sentido figurado, una cantidad indefinida que tiene que ver con la capacidad de recibir algo, incluso inmaterial, de las personas.


A continuación se describen algunos términos que tienen que ver con medidas: 1. Heb. se'âh, medida de áridos. Véase Seah. 2. Heb. 'êfâh, medida de áridos. Véase Efa 4. 3. Heb. meÑûrâh, una medida para líquidos (Lv. 19:35; 1 Cr. 23:29; Ez. 4:11, 16). 4. Heb. middâh (del verbo mâdad, "medir", "extender"), una vara especial para medir porciones de terreno (Lv. 19:35; Sal. 39:4; Ez. 40:10, 21, 22, 24; 42:15; 46:22; etc.). 5. Gr. kóros, medida para áridos y líquidos. Véase Coro. 6. Gr. métron, "medida" en general (de esta palabra deriva nuestro "metro"; Mt. 7:2; 23:32; Mr. 4:24; Lc. 6:38; Ro. 12:3; 2 Co. 10:13; Ef. 4:7, 13, 16; etc.). 7. Gr. analoguía, "proporción", "analogía" (Ro. 12:6). 8. Gr. anapl'róÇ, "colmar la medida o capacidad" (1 Ts. 2:16). 9. Gr. sáton, medida de áridos en tiempos del NT (Mt. 13:33; Lc. 13:21). 10. Gr. jóinix, medida de capacidad. Véanse Cuartillo; Libra; Medidas y Pesas.


Medidas y Pesas.



Las medidas y las pesas, tal como aparecen en la Biblia, se tratan separadamente bajo sus respectivos nombres. Sin embargo, cabe acotar que su equivalencia con el sistema métrico decimal es sólo aproximada, porque nuestra antigua fuente de información es a veces escasa y a menudo contradictoria. Hay diferencias de valor en las medidas entre un país y otro (como hoy las hay entre las de lengua española y las anglosajonas), y entre una época y otra posterior. Además, las medidas de longitud, capacidad y peso que se han descubierto difieren mucho entre sí, lo que en la antigüedad se explicaba por no existir un organismo centralizado que las definiera ni normas oficiales obligatorias. Los valores de la tabla adjunta -p 767, medidas y pesas que figuran en la Biblia- se basan en los mejores datos que se consiguieron, y a veces es un promedio de los valores de las diversas medidas que han sobrevivido. Los decimales que aparecen en la tabla causan una impresión de exactitud que en realidad no existe, pero tales aproximaciones son lo suficientemente cercanas como para ser útiles. Y valga una aclaración: Ezequiel utilizó las medidas "egipcias" (en Babilonia las medidas variaban ostensiblemente).


347. Pesas inscriptas encontradas en Bet-sur. Las 2 pesas de arriba (inscripción: nsf) pesan 9,54 y 9,8 g, respectivamente. Una de abajo (inscripción: py[m]) pesa 7,18 g. La de abajo a la derecha (inscripción: bq', "becá") pesa 5,8 g.




Bib.: De la gran cantidad de artículos y libros relativos al tema de medidas y pesas, en esta lista aparecen sólo algunos de los más recientes: A. Segré, JBL 64 (1945), 357-375; A-G, Barrois, Manuel d' archéologie biblique [Manual de arqueología bíblica] (París, 1953) II:243-258; The Interpreter's Bible [La Biblia del intérprete] (Nueva York, 1952), t 1. pp 153-157; J. Trinquet, Dictionaire de la Bible, Supplément [Diccionario de la Biblia. Supelemento] 767


MEDIDAS Y PESAS


768 (París, 1957), t 5, cols. 1212-1250; J. T. Milik, B 40 (1959), 985-991; R. B. Y. Scott, JBL 77 (1958), 205-214; BA 22 (1959), 22-39; CBA 1:172-178; 5:50-52.


Mediterráneo, Mar.



Véase Mar Grande.


Medo/a


(heb. y aram. mâday; gr. medos).


Natural de Media (2 R. 17:6; 18:11; Is. 13:17; Dn. 5:28; 9:1; 11:1; Hch. 2:9).


Acerca de la relación entre los medos y los persas, véanse Media; Persia.


348. Soldados medo (izquierda) y persa en Persépolis.




Mefaat


(heb. Mêfâ{ath, "esplendor [hermosura]" o "altura").


Pueblo en la Transjordania, en el territorio de Rubén (Jos. 13:15, 18), asignado a los levitas meraritas como una de las ciudades de residencia (Jos. 21:34, 37; 1 Cr. 6:77, 79). Mefaat, junto con otras ciudades de Rubén, fue más tarde ocupada por los moabitas y estaba en sus manos en tiempos de Jeremías (Jer. 48:21). Provisoriamente ha sido identificada con Tell ej-Jâwah, a unos 10,5 km al sur de Amán.


Mefí-boset


(heb. Me fîbôsheth, posiblemente "el que esparce [difunde] vergüenza [destrucción]").



1.


Hijo de Jonatán. Su nombre original parece haber sido Merib-baal.* Una reacción contra nombres que contuvieran la expresión Baal entre los hebreos fue probablemente la razón del cambio de su nombre a Mefi-boset. Tenía sólo 5 años cuando su padre y su abuelo murieron en la batalla de Gilboa. Cuando la noticia de esta catástrofe llegó a la corte, su criada lo tomó y huyó, pero en su huida él cayó y quedó paralítico de por vida (2 S. 4:4). Por un tiempo vivió en Transiordania, en Lodebar, pero cuando David supo de su paradero, lo trajo a Jerusalén, y en recuerdo de su amistad con el padre del muchacho lo hizo miembro de la corte.


También le devolvió las propiedades de Saúl y de Jonatán y las puso bajo la administración de Siba, el anterior mayordomo de Saúl (9:3-13). Durante la rebelión de Absalón, Mefi-boset permaneció en Jerusalén y fue acusado por Siba de haberse unido a la rebelión. En consecuencia, David le dio todas las propiedades de su amo (16:1-4). Al regreso de David, Mefi-boset defendió su inocencia, y le fue devuelta la mitad de sus bienes (19:24-30).


Cuando 7 de los descendientes de Saúl fueron ejecutados para vengar la injustificada masacre de los gabaonitas, David protegió a Mefi-boset por amor a Jonatán (21:7). Mefi-boset tuvo un hijo, Micaía, mediante quien continuó la familia de Saúl (2 S. 9:12; 1 Cr. 8:34-40; 9:40-44).



2.


Hijo del rey Saúl y Rizpa, la hija de Aja. Fue uno de los ejecutados por exigencia de los gabaonitas por el crimen de Saúl contra ellos (2 S. 21:8, 9).


Meguido


(heb. Megiddô y Megiddôn, quizá "lugar de tropas"; Cartas de Amarna, Magiddu; asir. Magidû; egip. Mkt(y)).


Sólida fortaleza cananea mencionada por 1a vez en los textos cuneiformes de Ebla del período prepatriarcal. Estaba situada al pie del cordón del Carmelo, en la ladera noreste, Junto con las ciudades fortificadas de Taanac y Bet-sán al sudeste, Meguido podía controlar toda la llanura de Esdraelón y, de este modo, los caminos principales de Egipto a Siria y a Babilonia. Por esta razón desempeñó un papel muy importante en la historia del Reino Nuevo de Egipto, cuando este país estableció su imperio asiático. Tutmosis III capturó la ciudad después de sitiarla, en el 1486 a.C.


El relato de su caída se encuentra en una larga inscripción esculpida en los muros del templo de Karnak, en donde dejó para la posteridad el 1º registro detallado de una batalla en toda la historia. Al principio, los israelitas no conquistaron las ciudades fortificadas de la llanura de Esdraelón (Jos. 17:1, 11, 12; Jue. 1:27), y Meguido 769 permaneció en manos cananeas hasta el s XI a.C., cuando los filisteos aparentemente se apoderaron de ella. No fue hasta el reinado de David y de Salomón cuando llegó a ser una ciudad hebrea. Formó parte de uno de los 12 distritos administrativos de Salomón (1 R. 4:12). Mapa VI, C-3.


El rey Sisac de Egipto anota Meguido entre las ciudades conquistadas durante su campaña militar en Palestina. Un fragmento del monumento con que conmemoró su victoria, encontrado en las ruinas de la ciudad, revela que la tomó aunque, como muestran las excavaciones, no la destruyó. Alrededor del 732 a.C. toda Galilea, la llanura de Esdraelón y los territorios israelitas en Transjordania fueron separados del reino de Israel por Tiglatpileser III de Asiria, y conformados en la "provincia de Meguido", con la ciudad como residencia del gobernador asirio. Uno de estos gobernadores, Ishtu-Adad-aninu, aparece en sus registros. El relato del intento fallido de Josías de detener al faraón Necao en Meguido da la impresión de que la ciudad y la región circundante habían llegado a estar en posesión del reino de Judá durante los años de declinación asiria. No se la menciona durante los períodos persa y helenístico. Los romanos construyeron un poblado cerca de allí y lo llamaron Legio, nombre que todavía puede reconocerse en la aldea actual de el-Lejjûn, a unos 1,6 km al sur de Meguido. El sitio de la histórica ciudad lleva ahora el nombre de Tell el-Mutesellim. Mapa XI, C-4.


Las excavaciones en el lugar fueron llevadas a cabo por la pionera expedición alemana de G. Schumacher (1903-1905), y con métodos más refinados por una de la Universidad de Chicago, bajo la dirección sucesiva de C. Fisher, P. Guy y G. Loud (1925-1939). La última expedición planeó excavar toda el área del tell, nivel por nivel, pero más tarde abandonó el plan por ser demasiado costoso. Por ello, sólo se escavaron los 4 niveles superiores; de los otros, sólo algunos sectores. En total, se descubrieron 20 niveles de ocupación en este montículo que cubre una superficie de 5,25 ha. Los restos de la ciudad que tomó Tutmosis III en el 1486 a.C. eran sólo del Nivel IX de arriba hacia abajo; esto muestra que la Meguido del s XV a.C. ya había tenido una larga historia. Los 3 niveles por encima de éste (VIII a VI desde la cima) representan el período de ocupación egipcia de los ss XV a XII a.C. El Nivel V contenía restos arquitectónicos pobres y la cerámica típica de los filisteos que la habrían ocupado durante el reinado de Saúl. Los excavadores dividieron el nivel IV en 2 subniveles: IVB (davídico) y IVA (salomónico). Después de nuevos trabajos intermitentes de Y. Yadin entre 1960 y 1971, quedó claro que los niveles V y IVB son realmente uno solo y se deben atribuir al tiempo de Salomón, mientras que el IVA, que contiene los establos, data del reinado de Acab.


Es decir, que en los días de Salomón y del otro rey la ciudad fue completamente reconstruida. Se erigieron nuevos muros de defensa y se construyeron buenos establos para unos 500 caballos, y espacio para unos 130 carros. El plano de cada unidad de establos permitía el acceso por una puerta doble desde las calles al final de los establos, y daba entrada a un corredor central pavimentado con argamasa (fig 210). Los caballos se ubicaban a ambos lados del corredor, con la cabeza hacia el centro del edificio, y estaban atados a los pilares de piedra que sostenían el techo plano. Entre los pilares había pesebres ahuecados en piedra, de 91 cm de largo (figs 95, 210, 410).


349. El tell Meguido.


El nivel salomónico también contenía los restos de una hermosa mansión, probablemente la residencia del gobernador provincial, y otro edificio que los excavadores creen era la residencia del comandante. La puerta norte de la ciudad correspondiente a este nivel merece una mención especial (fig 496) porque muestra gran semejanza con la puerta descripta en la visión de Ezequiel del templo (Ez. 40:20-23). Esta puerta era prácticamente idéntica en disposición y tamaño con la estructura de las puertas de Hazor y Gezer construidas al mismo tiempo, y muestran que todas habían sido proyectadas por el mismo arquitecto, como lo implica 1 R. 9:15 cuando dice que Salomón construyó agregados a los muros de Jerusalén y también a los de Hazor, Meguido y Gezer. Parece que la ciudad perdió importancia poco después del tiempo de Acab, pero tuvo un resurgimiento bajo los asirios en el s VIII a.C., cuando hicieron de Meguido una capital provincial.


El Nivel III debe ser atribuido a su actividad constructiva. Después de la ocupación asiria, Meguido fue reconstruida como una ciudad abierta, sin fortificaciones (Nivel II), y más tarde fue sólo un 770 puesto caminero fortificado, como muestran las excavaciones del Nivel 1. Entre el 450 y el 350 a.C. el sitio fue abandonado definitivamente.


350. Túnel de agua en Meguido, mirando al este desde el pozo.


Entre otros hallazgos importantes en Meguido se encuentran: 1. Un tesoro de exquisitas joyas y una gran colección de marfiles bellamente esculpidos del período preisraelítico, que demuestra el fino gusto artístico de los artífices cananeos. 2. Un sistema ingenioso para conducir el agua, construido durante el reinado de Salomón. De la fuente subterránea, que estaba fuera de los muros, se excavó un túnel hacia la ciudad, de unos 61 m de largo. A él se llegaba desde adentro por una escalera en un pozo vertical de 25 m de profundidad. De este modo, la gente de Meguido tenía acceso al agua aun en tiempos de sitio (fig 350). 3. Templos cananeos y muchos objetos de culto. 4. Un "escudo de David" grabado en un bloque de piedra del nivel de Salomón. 5. Capiteles proto-jónicos (figs 15, 16, 44, 277, 503). Véase Armagedón.


Bib.: Y. Aharoni y. Yadin, EAEHL III:830-856.


Mehara


(heb. Me{ârâh, "cueva").


Lugar cerca de Sidón no ocupado por los israelitas en tiempos de Josué (Jos. 13:4). El sitio ha sido provisoriamente identificado con Mogheiriyeh, a unos 9,5 km al noreste de Sidón.


Mehetabel


(heb. Mehêtab'êl, "Dios da beneficios [bendice, hace bien]" o "favorecido de Dios").



1.


Esposa de Hadar, rey de Edom (Gn. 36:31, 39, 1 Cr. 1:43, 50).



2.


Padre de Delaía* 4 (Neh. 6:10).


Mehída


(heb. Mejîdâ', tal vez "unión").


Cabeza ancestral de una familia de servidores del templo. Algunos de sus miembros regresaron de Babilonia con Zorobabel (Esd. 2:1, 52; Neh.
7:6,54
).


Mehir


(heb. Mejîr, "precio" o "alquiler"; asir. Mahur-ili).


Descendiente de Judá (1 Cr. 4:1,11).


Meholatita


(heb. mejôlâtî).


Natural o habitante de un lugar llamado Mehola (1 S. 18:19; 2 S. 21:8), tal vez Abel-mehola, el hogar de Eliseo (1 R. 19:16).


Mehujael


(heb. Mejiyyâ'êl, Q Mejûyâ'êl, tal vez "herido por Dios", o "Dios da vida").


Bisnieto de Caín y padre de Metusael (Gn. 4:18).


Mehumán


(heb. Mehûmân, "fiel" [tal vez del persa antiguo Vahumanah, "inteligentes"]).


Probablemente un nombre persa para uno de los 7 eunucos del rey Asuero (Est. 1:10).


Mehunim


(heb. Me{ûnîm, "manantiales").


Tribu árabe, al sur de Judá, cerca de Edom; probablemente los habitantes de Ma%an, una ciudad a unos 30 km al sudeste de Petra. Algunos creen que se los menciona por la vez en la Biblia en Jue. 10:12, los "de Maón" (maonitas), enemigos de Israel por largo tiempo. En tiem pos de Josafat los "otros de los amonitas" ("algunos maonitas", BJ) se unieron con los de Moab y de Amón en un ataque fallido contra Judá (2 Cr. 20:1; véase CBA 3:266). También lucharon contra Uzías (26:1, 7). Parte de los mehunirn fueron exterminados por los simeonitas cerca de Gedor, donde vivían como extranjeros en días de Ezequías (1 Cr. 4:39-41; la RVR dice "habitaciones").

Los mehunim son mencionados en una inscripción histórica del rey Tiglat-pileser III encontrada en Nimzûd . De acuerdo con este texto, estaban ubicados en la región de el-Arish, en el norte de Sinaí, y pueden ser los mismos mehunim de 1 Cr. 4:39-41. Algunos de los "hijos de Mehunim", probablemente prisioneros de guerra, habrían llegado a ser sirvientes del templo y sus descendientes son mencionados entre los exiliados que regresaron de Babilonia con Zorobabel (Esd. 2:50, "Meunim";* Neh. 7:52). La LXX llama Mináioi, "mineanos", a los mehunim.


Si esta identificación es correcta, serían una rama norteña de los mineanos del sur de Arabia. Mapa V, B-7.


Mejarcón


(heb. Mê Hayyarqôn, "aguas verdes [amarillentas]").


Lugar en el territorio de Dan (Jos. 19:40, 46), generalmente identificado 771con el río que viene de los montes de Efraín y entra en el Mar Mediterráneo a unos 6,5 km al norte de Jafa. En ciertas épocas, el agua lleva una considerable cantidad de suelo orgánico, lo que le da un tinte amarillento al agua; se piensa que esta es la razón de su antiguo nombre hebreo. Los árabes lo llaman Nahr el-{Auj~; los israelíes, Yarkon. Mapa VI, D-2.


Melatías


(heb. Melatyâh, "Yahweh libera [liberta]").


Gabaonita que ayudó a Nehemías en la reconstrucción del muro de Jerusalén (Neh. 3:7).


Melea


(gr. Meleá; probablemente del heb. Mele'âh, "plenitud").


Descendiente de Judá en la genealogía de Jesucristo que registra Lucas (Lc. 3:31).


Melec


(heb. Melek, "rey").


Descendiente del rey Saúl mediante Jonatán (1 Cr. 8:34, 35; 9:40, 41).


Melicú


(heb. Mallûk, Mallûki, Q Melîkû, "gobernante", "consejero").


Jefe ancestral de una familia (Neh. 12:14); muy probablemente Maluc* 6.


Melón


(heb. 'abattîaj).


No se sabe con certezase refiere al melón común, como piensa la mayoría de los comentadores, o a la sandía. Ambas especies se cultivan ampliamente en el Cercano Oriente. Su refrescante alimento sería fácilmente extrañado por quienes peregrinaban por el desierto (Nm. 11:5; cf
Is. 1:8
).


Bib.: PB 80, 81.


Melqui


(gr. Meljí; del heb. Malkî, "mi rey [consejo]").


1 y 2. Dos descendientes de Judá que aparecen en la genealogía de Jesucristo que registra Lucas (Lc. 3:24, 28).


Melquisedec


(heb. Malkî-tsedeq; gr. Meljisédek, "mi rey es justo", "mi rey es justicia" o "rey de justicia").


Rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, quien, cuando Abrahán regresó con los cautivos y el botín recuperados de los 4 reyes invasores, salió a su encuentro, le dio pan y vino, y lo bendijo. Por su parte, Abrahán le dio los diezmos de todo el despojo (Gn. 14:1, 2, 11-20). La identidad de Melquisedec ha sido muy discutida. Las Escrituras dan muy poca información con respecto a él. Salem* es muy probablemente una forma abreviada de Jerusalén, como lo indica Sal. 6:2. Como fue tanto rey de Jerusalén como sacerdote del Dios altísimo, es presentado como un símbolo de Cristo, que también unió en sí mismo los 2 oficios de rey y sacerdote (Sal. 110:2-4; He. 6:20-7:21; véase CBA 1:321, 322; 7:454, 455).


La afirmación que se hace en He. 7:3 de que Melquisedec era "sin padre, sin madre, sin genealogía", sin duda significa sencillamente que no se conoce su genealogía o no está registrada. Esta expresión encuentra paralelos en los registros extrabíblicos: A. Urukagina, uno de los reyes tempranos de Lagash, dijo que no tenía padre ni madre, sino que el dios Ningirsu lo había nombrado como rey, afirmación por la que admitía que era un usurpador y no había heredado el reino. B. Abdu-Heba, un rey de Jerusalén en el s XIV a.C., escribe en las Cartas de Amarna* al Faraón egipcio: "He aquí esta tierra de Jerusalén: No (fue) mi padre ni mi madre me (la) dieron, (sino) el brazo del poderoso rey me (la) dio".


Bib.: ANET 488.


Melsar


(heb. Meltsar, "mayordomo").


En la RVR, el nombre de uno de los hombres puestos sobre Daniel y sus compañeros por el jefe de los eunucos (Dn. 1:11, 16). Sin embargo, en heb. meltsar aparece en los 2 pasajes con el artículo definido, lo que indicaría que no es un nombre personal. Lo más probables es que sea el equivalente al ac. matstsâru, "guardián (guarda)" o "centinela", por lo que su nombre sería desconocido.


Memorial


(heb. 'azkârâh, zêker, zikkârôn; gr. mn'mósunon).


Libro o cuaderno donde se anota algo que se quiere recordar; entre los hebreos, un trocito de pergamino con palabras seleccionadas de la Ley que se ataba a la frente o al brazo izquierdo durante las oraciones (Ex. 13:9, 16), o alguna ceremonia, o algún elemento recordativo (Ex. 28:12, 29; 30:16; Lv. 2:2, 9, 16; 6:15). Véanse Filacteria; Monumento.


Memucán


(heb. Memûkân, tal vez "alto en dignidad [poder]").


Quizás un nombre persa para el príncipe del Imperio Persa que tenía libre acceso a la presencia del rey Asuero (Jerjes) era uno de los 7 (Est. 1:14, 16, 21).


Mendigo.



Persona que para su subsistencia depende de limosnas o donaciones que pide de otros. Los mendigos eran comunes en los tiempos bíblicos.


Se sentaban a la orilla de los polvorientos caminos, o junto al basural de la localidad, o a las puertas de la ciudad o del templo, y pedían limosnas de los transeúntes. En el AT las palabras usadas son el heb. dal, "pobre" (1 S. 2:8) y 'ebyôn, "menesteroso" (Ex. 23:6; Dt. 15:4), evidentemente con el sentido de "necesitado". En el NT, donde la RVR tradujo "mendigo", se usaron el gr. ptojós, "pobre", y prosáit's, "mendigo" (Lc. 16:20, 22). Pero para traducir el verbo "mendigar" se usaron el gr. prosaitéÇ (Mr. 10:46; Lc. 18:35; Jn. 9:8) y epaitéÇ (Lc. 16:3; 18:35), que significan "pedir limosna", "menigar". 772 En las Escrituras se ordena la compasión para con los necesitados (Lv. 19:10; 25:25; Sal. 69:33; etc.).


Mene


(aram. menê' ).


Una de las palabras de la inscripción que apareció en la pared del palacio del rey Belsasar durante la fiesta de la noche en que cayó Babilonia (Dn. 5:25, 26).


Menê' es una forma del verbo "contar" y significa "contado". La escritura completa decía: "MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN", que es una transliteración del aram. Menê' Menê' reqêl ûfarsîn. El mensaje se interpretaría así: "Contado, contado, pesado y pedazos". Esta comunicación críptica, pasible de ser descifrada, exigía un intérprete. De acuerdo con el registro, los sabios de Babilonia no pudieron leer la escritura (Dn. 5:8). No se da la razón, y cualquier explicación es sólo especulativa. La inscripción aparentemente estaba en arameo, pero, como se indica arriba, aunque estos sabios hubieran entendido las 3 palabras no habrían comprendido su significado (CBA 4:830-832). Finalmente se llamó a Daniel para revelar el mensaje divino, quien dio la interpretación: MENE, "Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin": TEKEL,* "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto"; PERES, "Tu reino es dividido, y dado a los medos y a los persas" (vs 26-28). Véase Uparsín.


Menfis


(heb. Nôf y Môf , quizá "lugar del bueno"; egip. Mn-nfr; asir. Mempi y Minipi; fen. Np).


Famosa antigua capital de Egipto. Sus ruinas se encuentran cerca de la moderna ciudad de El Cairo, en la orilla occidental del Nilo, unos pocos kilómetros al sur del vértice del delta. Originalmente, fue el nombre tanto de la pirámide como de la ciudad de las pirámides de Pepi I, en Saqqârah (que significa "[Pepi] sigue siendo hermoso"). Hasta la fundación de Alejandría, Menfis fue una de las ciudades más importantes de Egipto.


Como en el caso de muchas otras, poco se ha conservado de ella. Sus escasas ruinas están cerca de la aldea Mît Rahineh. Sin embargo, su cementerio, con sus muchas pirámides, tumbas, templos mortuorios y la famosa esfinge, se extiende por unos 40 km, desde Abu-roâsh en el norte, hasta Dahshur en el sur; sus secciones más famosas son Gîzeh y Saqqârah. Mapa V, C-3.


351. Excavaciones en sitio de la Menfis antigua.




352. La esfinge de Menfis.


Menfis fue la residencia real durante el Reino Antiguo, y más tarde la capital del Egipto Inferior. El principal templo de la ciudad estaba dedicado a Ptah, una de las deidades permanentes más famosas de Egipto. Ptah era representado por el sagrado buey Apis, es decir, una sucesión de bueyes Apis vivientes, cada uno de los cuales era enterrado después de morir en las tumbas inmensas del Serapeum, en Saqqârah. La enseñanza acerca de la creación estaba contenida en el llamado Monumento de la Teología Menfita, que está conservado en una copia proveniente de la dinastía 25ª, hecha de un manuscrito muy gastado del Reino Antiguo, Indica que el creador del mundo físico era Ptah y que había establecido el orden en él por medio de su corazón y su lengua, lo que significa su pensamiento y su palabra. Este concepto es, por lo tanto, superior al de las tradiciones anteriores respecto de la creación, de acuerdo con las cuales la mano y el órgano reproductor del dios creador están por sobre el poder de la mente.


El mayor constructor del período posterior de la ciudad fue Ramsés II; también su hijo Merneptah tuvo un palacio en Menfis, como asimismo Apries (el Hofra bíblico). La ciudad fue conquistada c 730 a.C. por el rey nubio Piankhi; más tarde por Esar-hadón, en el 670 a.C.; luego por Asurbanipal, en el 664 a.C.; y por Cambises, en el 525 a.C. Los extranjeros se establecieron en Menfis desde el s VII a.C. Entre ellos estuvieron los judíos que fueron allá después de la destrucción de Jerusalén (Jer. 44:1).


Los profetas mencionan frecuente mente la ciudad (ls. 19:13; Jer. 2:16; 44:1; 46:14; Ez. 30:13: Os. 9:6, donde el texto hebreo dice Môf ). 773


Menta


(gr. h'dúosmon).


Probablemente una variedad de menta, una planta que crece en las colinas de Palestina hasta hoy. Estaba entre los productos que diezmaban meticulosamente los judíos, mientras descuidaban notoriamente asuntos más graves de la ley (Mt. 23:23; Lc. 11:42). La menta se usaba antiguamente para dar sabor a las comidas y como medicamento para elimimar los gases del sistema digestivo.


Menúha


(heb. menûjâh, "descanso [sin ruido ni tumulto]" o "con facilidad").


La RVR toma la palabra menûjâh como un nombre propio (Jue. 20:43), pero la BJ la traduce "persiguieron sin descanso". El significado puede ser que dondequiera los benjamitas buscaran refugio, los de Israel los encontraban y los mataban. La LXX dice apó Nóua, "desde Núa", y así lo tiene la RSV (véase CBA 2:415, 416).


Meonotai


(heb. Me'ônôthay, "mis habitaciones [moradas]").


Descendiente de Judá y cabeza ancestral de los habitantes de Ofra (1 Cr. 4:14).


Mequeratita


(heb. mekêrâthî ).


Descendiente de un hombre llamado Mequerat, no identificado, o un habitante de un lugar llamado Mequera, no conocido (1 Cr. 11:36). Se ha sugerido que este nombre es un error por "maacateo" (cf 2 S. 23:34), pero no hay nada que permita identificarlos, excepto su aparición en los respectivos versículos.


Merab


(heb. Mêrab, tal vez "aumento").


Hija mayor de Saúl (1 S. 14:49), prometida como esposa a David (18:17) pero dada a Adriel (v 19). Los 5 hijos de Merab y Adriel estuvieron entre los que fueron entregados a los gabaonitas por David para ser muertos por causa de la masacre de Saúl de algunos de ese pueblo (2 S. 21:8). La "Mical" del v 8 (RVR) se debería leer "Merab" en armonía con 2 manuscritos hebreos, la recensión de Luciano de la LXX, y la Siríaca; Mical nunca tuvo hijos (6:23).


Meraías


(heb. Merâyâh, quizá "rebelión [rebelde]"; si la 1ª parte del nombre es un extranjerismo del egip. mr, "amado", el nombre podría significar "amado por Yahweh").


Cabeza de una casa sacerdotal de Seraías en tiempos de Joiacim (Neh.
12:12
).


Meraiot


(heb. Merâyôth, tal vez "rebeldías [rebeliones]").



1.


Sacerdote descendiente de Aarón por medio de Eleazar (1 Cr. 6:4-7).
Probablemente nunca ofició, porque parece haber vivido en los días cuando la casa de Elí, descendiente de ltamar, servía en el tabernáculo.



2.


Sacerdote aarónico, hijo de Ahitob, y probablemente sumo sacerdote (Neh.
11:11
; 1 Cr. 9:11).



3.


Ascendiente de Esdras, de la familia de Finees (Esd. 7:3); podría ser Meraiot 2.



4.


Casa sacerdotal en los días del sumo sacerdote Joiacim (Neh. 12:15).
Algunos consideran que este Meraiot es un error de los escribas; debería ser Meremot* 4 (v 3).


Merari


(heb. Merârî, tal vez "amargo [infortunado]"; quizá del egip. Mrry, "amado").


Tercer hijo (el menor) de Leví (Gn. 46:11; Ex. 6:16), y antepasado de una de las 3 familias de levitas (Nm. 26:57).


Meraritas


(heb. Merârî).


Descendientes del hijo menor de Leví, Merari, y uno de los 3 jefes de familias de levitas (Nm. 3:17; 4:29; 26:57; 1 Cr. 6:1; 9:14). La familia se subdividió en 2 grupos de acuerdo con los 2 hijos de Merari: Mahli y Musi (Nm. 3:20, 33). En el desierto, los meraritas acampaban al norte del tabernáculo (vs 35, 36), y cuando Israel estaba en marcha esta familia transportaba las tablas, las barras, las basas y los utensilios, para lo cual se les suministraron 4 carros y 8 bueyes (4:29-33; 7:8). Realizaban sus tareas bajo la responsabilidad de ltamar, el hijo menor de Aarón (4:31, 32).


Cuando se hizo el censo (3:3, 24; 4:42-45), los meraritas fueron la familia de menor número de miembros entre los levitas: 6.200 hombres de un mes para arriba, de los cuales 3.200 tenían entre 30 y 60 años de edad.


Durante la distribución de la tierra de Canaán se les asignó 12 ciudades como lugares de residencia: 4 estaban en el territorio de Zabulón, 4 en el de Rubén y 4 en el de Gad (Jos. 21:34-40; 1 Cr. 6:63, 77-81). Una de ellas, Ramot de Galaad, era una ciudad de refugio (Dt. 4:41-43; Jos. 20:2, 8, 9).


David reorganizó a los meraritas, junto con el resto de los levitas, para el servicio del templo (1 Cr. 23:6, 21-23). A los meraritas se lo menciona como ayudantes en la reforma religiosa del rey Ezequías (2 Cr, 29:12) y entre los exiliados que regresaron de Babilonia con Esdras, en tiempos de Artajerjes (Esd. 8:1, 18, 19).


Merataim


(heb. Merâthayim, "doble rebelión" o "dos rebeliones").


Nombre simbólico dado a Babilonia por Jeremías (Jer. 50:21; cƒ vs 18, 23).


Se cree que es una adaptación de Marratim, el nombre acadio de una laguna grande en el sur de Babilonia.


Mercader


(heb. sôjêr y 'enôsh tûr, "mercader", "comerciante", "viajante [de negocios]").


Término que ocurre en 2 Cr. 9:14 y 1 R. 10:15. En este último pasaje es traducción del verbo heb. râkal "negociar" "traficar", 774 "comerciar"; de aquí, "un comerciante", "un negociante".


Mercado


(gr. generalmente agorá).


Las ciudades orientales del tiempo del AT usualmente no tenían lugares específicos para el mercado. El espacio libre cercano a la puerta,* dentro de los muros, servía, en la mayoría de los casos, no sólo para los tribunales de justicia sino también como lugar para el mercado (2 R. 7:1).


Sin embargo, algunas tenían bazares: grupos de negocios o calles a cuyos lados los había. Está documentada la existencia de ellos en Damasco y Samaria (1 R. 20:34). Con la difusión de la cultura helenística, en el Oriente se introdujeron lugares para mercados (c s IV a.C.). Estos eran espacios abiertos, comparables en cierta forma, a las plazas modernas. Su función primaria era la compra y la venta de mercaderías y bienes, pero también se las usaba para otros fines. La gente se reunía allí (Mt. 23:7) para escuchar a los oradores, o discutir de política u otros temas (Hch. 17:17); los niños se sentaban allí o usaban el mercado como plaza de juegos (Mt. 11:16, 17); y los trabajadores acudían al lugar para que alguien los contratara (20:3).


Cada ciudad tenía un superintendente a cargo del mercado (2 Mac. 3:4). Herodes Agripa I tuvo este cargo en la ciudad de Tiberias antes de ser rey.


Se han excavado mercados antiguos del período de la Palestina belenística en los pueblos de Marissa y Samaria. Siendo palestinos, no difieren en disposición y apariencia de los de las ciudades griegas o los del Asia Menor occidental, las patrias de la cultura helenística (figs 53, 137).


Mercurio


(lat. Mercurius, "el heraldo de los dioses").


Nombre latinizado para el dios pagano Hermes* (Hch. 14:12).


Mered


(heb. Mered, "rebelión").


Descendiente de Judá que tuvo 2 esposas, una hebrea y otra que era hija de un faraón (1 Cr. 4:17-19).


Meremot


(heb. Merêmôth, "elevaciones [alturas]").



1.


Sacerdote, hijo de Urías, que estaba encargado de pesar los tesoros que trajo Esdras desde Babilonia (Esd. 8:33, 34). También ayudó a Nehemías en la reconstrucción del muro de Jerusalén reparando 2 sectores (Neh. 3:4, 21). Posiblemente sea Meremot 3.



2.


Judío casado con una mujer extranjera en tiempos de Esdras (Esd. 10:34, 36).



3.


Judío, probablemente un sacerdote, que puso su sello en el pacto de Nehemías (Neh. 10:5); quizá Meremot 1.



4.


Sacerdote principal que regresó de Babilonia con Zorobabel (Neh. 12:1, 3, 7). En las generaciones siguientes se menciona una casa sacerdotal, en el lugar correspondiente de la lista dada en los vs 12-21, con el nombre de Meraiot* 4 (v 15). Por lo tanto, se piensa que este Meramot puede ser una variante de Meremot, que quizá ocurrió por una sustitución no observada entre las letras hebreas y y m.




















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